STEP 1:

Escurre una lata de mandarinas, conservando el zumo. Pon en un cazo los arándanos, el azúcar y 100 ml de zumo de mandarina. Hiérvelo a fuego lento y cocínalo durante unos 3 minutos, presionando los arándanos de vez en cuando con una cuchara de madera para ayudar a que se abran. Retíralo del fuego y déjalo enfriar completamente.

STEP 2:

Rompe o corta el bizcocho en trozos del tamaño de un bocado y ponlos en la base de una fuente de 2-2,5 litros, presionando hasta conseguir una capa bastante uniforme. Vierte el resto del zumo de mandarina reservado sobre el bizcocho.

STEP 3:

Escurre las otras dos latas de mandarinas (esta vez no necesitarás el zumo) y combina toda la fruta escurrida. Elige una docena de los mejores gajos de mandarina para la decoración y resérvalos en un plato cubierto en la nevera. Reparte la mitad de las mandarinas restantes sobre el bizcocho. A continuación, vierte la mitad de la compota de arándanos enfriada sobre las mandarinas. Unta la crema de vainilla por encima. Coloca el segundo lote de mandarinas sobre las natillas y luego el resto de la compota de arándanos.

STEP 4:

A continuación, refrigera el trifle durante una hora, o hasta 24 horas, para que todo se asiente

STEP 5:

Cuando esté listo para servir, monta la nata hasta que tenga picos suaves. Ponla sobra la fruta con una cuchara. Coloca sobre la nata las mandarinas que habías reservado, junto con algunos arándanos enteros.

STEP 6:

Termina de decorar con un poco de purpurina comestible, si decides utilizarla.